Los términos bautizar en Espíritu Santo, llenos del Espíritu Santo y el don del Espíritu Santo, son usados indistintamente en la Biblia. Juan el Bautista dijo: “Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego” (Mateo 3:11).
El Señor también dijo a sus discípulos: “… Vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días” (Hechos 1:5).
Lucas nos dice “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas según el Espíritu les daba que hablasen” (Hechos 2:4).
Es escritural que todos los que reciban el bautismo del Espíritu Santo o sean llenos del Espíritu Santo, manifiesten la señal audible de hablar en otras lenguas, como se relata en: Hechos 2:4, 10:46, 19:6.
El Señor dijo por medio del profeta Joel: “Derramaré mi Espíritu sobre toda carne…” (Joel 2:28). Pedro dijo: “… Y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38).
Al explicar esta extraordinaria experiencia, dijo: “… Habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís” (Hechos 2:33).
Y más adelante dice: “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare” (Hechos 2:39).