El arrepentimiento significa cambio de dirección, con la decisión de reconocer a Cristo como Señor.
“Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” (Hechos 17:30).
El arrepentimiento genuino, es la confesión y abandono de los pecados. Juan el Bautista predicó el arrepentimiento, El Señor Jesús lo proclamó, y los Apóstoles lo enfatizaron, tanto a judíos como a gentiles. Hechos 2:38, Lucas 13:1-5, Hechos 3:19, Lucas 24:47.