En el Juicio Final participarán todos los hombres que hayan muerto sin Cristo. Este juicio se efectuará al final del milenio, y también se le conoce como el Juicio del Trono Blanco. La Iglesia no será juzgada,
sino que ella misma intervendrá en el juicio que Dios tiene preparado. “¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo?” Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy
pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?” (1 Corintios 6: 2-3). “En el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio” (Romanos 2:16).